Blog de Patrón Seguro

La reforma en la Ley Federal del Trabajo sobre el Capítulo XIII Personas Trabajadoras del Hogar que se llevó a cabo en 2019, representó un cambio significativo tanto para patrones como trabajadoras del hogar pues impuso importantes obligaciones laborales a los patrones del hogar.

Los cambios generan renuencia en un principio, sin embargo es mejor adaptarse pues este cambio llegó para quedarse. Esto se puede ver tanto en discurso como en hechos. Varios políticos incluidos el ex Director del IMSS Gerardo Martínez y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, Luisa Maria Alcalde lo han llamado una “deuda histórica” con el gremio, haciendo referencia a que es momento de pagarles años de “discriminación y humillaciones”.

En los hechos, es más claro aún, pues en el actual sexenio, el gremio de las trabajadoras del hogar ha logrado cambios trascendentes en Ley, no sólo en la Ley Federal del Trabajo y la Ley del Seguro Social; sino también la ratificación del Convenio 189 de la OIT que había estado en el tintero con los dos últimos presidentes. También fue importante la declaración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación quien declaró como discriminatorio que las trabajadoras estén en el régimen voluntario del IMSS y ordenó a dicho Instituto: crear un programa piloto de afiliación para, gradualmente, incorporarlas al sistema obligatorio. En octubre de 2020 vence el plazo y se considera obligatorio que los patrones del hogar afilien a sus trabajadoras domésticas al IMSS.

El impacto de esta reforma puede ser muy significativo si logramos tasas de incorporación altas como logró Uruguay con un 60% de trabajadoras del hogar afiliadas. Los patrones del hogar que hagan el cambio, apoyarán para que un alto porcentaje de la población que se encuentra en desventaja económica y social haga frente a alguna emergencia médica, económica y a una pensión en el futuro. Además de tener la certeza de cumplir un deber ético y legal de proteger a quienes laboran en nuestras casas.