Al afiliar a las trabajadoras del hogar al IMSS, los patrones también ganan
La reforma al Capítulo XIII Personas Trabajadoras del Hogar de la Ley Federal del Trabajo llevada a cabo en 2019, impuso a los patrones del hogar nuevas obligaciones laborales. Si bien la relación laboral de las trabajadoras domésticas había estado siempre regida por usos y costumbres, las últimas reformas representan un cambio significativo tanto para patrones como trabajadores
Dicha reforma no sólo incluye la afiliación al IMSS, trae consigo otras obligaciones como contar con un contrato escrito, vacaciones, aguinaldo, días de descanso, capacitación entre otras obligaciones con la finalidad de que tengan exactamente los mismos derechos que cualquier trabajador. Estas nuevas obligaciones representan un cambio drástico para los patrones quien en su mayoría son amas de casa que no cuentan con un abogado o contador para llevarlas a cabo. Esto sin contar que un número importante de patrones no tiene la disposición de hacer el cambio o la capacidad económica de asumir los costos que esto representa.
Las trabajadoras por su parte, son las amplias beneficiadas por la reforma pues contar con las prestaciones de Ley representará un amplio beneficio para ellas y sus familias, así como para su futuro. Lo que es claro, es que esta reforma a la LFT colabora a la equidad en el país. Darles prestaciones de Ley a un sector que abarca a más de 2.4 millones de personas, en su mayoría mujeres que viven en situaciones de pobreza ayudará a un amplio sector del país, sobre todo contando que 3 de cada 10 son jefas de familia y 78% tienen hijos.
El impacto de afiliarlas al IMSS beneficia a toda la familia de la trabajadora, quienes podrán contar con asistencia médica, medicamentos y guarderías, lo cual no sólo beneficia directamente a las trabajadoras sino también a los patrones. Ante el nuevo esquema, los patrones podrán hacer frente a accidentes u enfermedades de su trabajadora sin que esto represente un gasto extraordinario para ellos como actualmente ocurre. Poder exigir incapacidades, o que se atiendan en el IMSS en caso de enfermedad debe ser visto como positivo para los patrones pues no solo impone compromiso sino veracidad para ambas partes. Otro factor que sin duda deben tener en cuenta los patrones es que si la trabajadora está embarazada, desde el primer día tiene derecho a atención médica; si tiene 30 semanas cotizando, tiene derecho a incapacidad por maternidad, por lo que podrían pagar un suplente.
Los patrones que, aún con todo lo dicho, sigan renuentes, deben considerar un hecho relevante a tomar en cuenta en un país como México, al afiliarlas al IMSS, las trabajadoras del hogar podrán tener acceso a fondo para el retiro. Al pagar al IMSS, los patrones, contribuyen a esa tarea de una manera sencilla y accesible, pues al pagar sus derechos, contribuyen al ahorro de la persona empleada, lo cual puede cambiar el destino de millones de personas y familias en el país. De hecho cuando algunos políticos hablan de la “deuda histórica” con este gremio, hacen referencia a generaciones de mujeres que regresaron a sus pueblos a pasar su vejez en pobreza y marginación. Ahora, ante el nuevo esquema, podremos comenzar a cambiar el futuro de millones de familias y contribuir a una sociedad más igualitaria (al menos en prestaciones) y a disminuir la brecha laboral de género.
